Deliciosas y saludables: las sardinas en espeto malagueñas conquistan paladares y turistas en la Costa del Sol
Con el deseo de orientar o recordar a quienes nos visitan que, además de sol y playas, la gastronomía andaluza y, concretamente, la mañagueña, debe ser motivo de parada y fonda en San Pedro Alcántara, iniciamos una serie de artículos en los que hablaremos sobre las bondades de nuestros platos principales.
Y, sin par, creemos que uno de los productos estrella en la cocina malagueña en verano es, si duda, la sardina, por supuesto, en espeto.
La cocina andaluza es famosa por sus platos tradicionales llenos de sabor y autenticidad. Y, si hablamos de sabor, el del mar, representado por los espetos de sardinas. Este plato emblemático de la zona se ha convertido en una joya culinaria que deleita a los comensales locales y atrae a visitantes de todo el mundo. Desde su preparación por magníficos espeteros en cada uno de nuestros chiringuitos, hasta su importancia turística en la Costa del Sol, estas sardinas son una experiencia y casi diríamos espectáculo gastronómico único.
En San Pedro Alcántara, pueblo nacido en 1860 al amparo de las leyes de colonización existentes en el Siglo XIX, tenemos constancia de su uso en determinadas fiestas, como las primeras Ferias, siendo, en principio, un plato "de pobres". Curiosamente, como se detalla en el podcast 'Crónicas de San Pedro Alcántara', se advertía a los asistentes a las celebraciones que se realizaban en la playa, "que quien desee utilizar cubiertos tiene que llevarlos, pues la costumbre es no utilizarlos".
Ayer y hoy, la preparación de las sardinas en espeto, ha sido y es, todo un arte en sí mismo. En las lonjas existentes en Estepona o Marbella, los pescadores de la zona seleccionan las mejores sardinas frescas de tamaño mediano, para que los chiringuitos y restaurantes las ensarten en cañas previamente cortadas o en aceros con forma de navajas o pequeñas espadas. El espeto de caña es un soporte natural que permite asar las sardinas de manera uniforme y añade un sabor característico a la carne del pescado. Luego, se colocan los espetos frente al fuego, generalmente hecho con leña igualmente seleccionada, contribuyendo también a realzar su sabor ahumado.
La preparación de las sardinas en espeto es un proceso que requiere paciencia y experiencia. El fuego debe estar en su punto justo, lo suficientemente caliente para hacer las sardinas lentamente sin quemarlas. Durante el proceso, las sardinas se voltean con cuidado para garantizar que la piel quede crujiente y su interior al punto. El resultado final es un plato de sardinas jugosas, con un sabor intenso y ahumado que es difícil de resistir.
Además de su exquisito sabor, las sardinas en espeto aportan numerosos beneficios a la salud, convirtiéndolas en una elección inteligente. Estos pescados azules son ricos en ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir los niveles de colesterol y protegen el corazón. También son una fuente importante de vitaminas del grupo B, calcio y fósforo, nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Al ser un plato cocinado a la parrilla, las sardinas en espeto apenas requieren aceite, lo que las convierte en una opción baja en grasas y calorías.
La importancia turística de las sardinas en espeto en la Costa del Sol no puede subestimarse. Cada año, miles de turistas nacionales y del extranjero, acuden a los chiringuitos y restaurantes situados a lo largo de la Costa del Sol para degustar esta delicia culinaria. No solo disfrutan de una experiencia gastronómica única, sino que también se sumergen en la cultura andaluza y disfrutan del ambiente relajado en las playas de San Pedro Alcántara. Las sardinas en espeto se han convertido en una seña de identidad de nuestra zona y un reclamo para los amantes de la buena comida.
Receta en casa
Si ya has probado este manjar y quieres reproducir el plato en casa sin que la cocina se convierta en un ahumador de pescados, sigue esta simple receta:
Ingredientes:
- Sardinas frescas
- Aceite de oliva
- Sal gorda
- Opcional: Pimienta, limón, hierbas frescas (perejil, romero o tomillo)
Instrucciones:
- Precalentar el horno a 220-250 grados Celsius.
- Lavar las sardinas bajo agua fría y secarlas suavemente sobre papel de cocina.
- Colocar las sardinas en una bandeja para hornear forrada con papel de aluminio. Asegúrate de que las sardinas estén bien espaciadas para que no se superpongan.
- Sazonar las sardinas con sal gorda y cerrar el paquete con más papel de aluminio, evitando que salga el olor y vapor.
- Meter la bandeja en el horno ya precalentado y cocina las sardinas durante, aproximadamente, 10-15 minutos, o hasta que el paquete quede bien hinchado. El tiempo de cocción puede variar según el tamaño de las sardinas y la potencia de tu horno. Debes estar atento para evitar que se cocinen en exceso y se sequen o queden demasiado secas.
- Una vez que las sardinas estén doradas y bien cocidas, retira la bandeja del horno y déjalas reposar durante unos minutos antes de servir.
Respecto del resto de ingredientes, al ser opcionales, incluir a gusto durante el proceso. El aceite de oliva virgen puede ayudar si finalmente quedaron algo secas, aunque lo normal es que se hagan bien gracias a su propia grasa. Sobre el limón, como ocurre con la cebolla en las tortillas de patatas, existen tantos amantes como detractores. ¡Prueba!
Las sardinas asadas al horno se pueden disfrutar solas, como un aperitivo o como parte de una comida más grande acompañadas de ensalada o gazpacho, del que hablaremos en otra ocasión. También un pan con corteza crujiente será un buen acompañante.
¡Esperamos que podáis disfrutar de esta deliciosa preparación en casa o en el chiringuito que elijáis en San Pedro Alcántara!
Fotos: Guayaba Beach